Gracias por los comentarios
El secreto es el seeing, durante media hora o así, Júpiter aparecía
literalmente dibujado en el ocular, con más detalles que en la
foto, se veían perfectamente los distintos tamaños del disco de los
satélites. Una buena DSLR y un buen teleobjetivo puede fotografiar
cualquier cosa que el ojo vea, el tema es que no se mueva durante
las 6 o 7 décimas de segundo que hacen falta para coger la
suficiente luz. Para evitar que no se mueva me apoyo en una escalera
de mano que tengo sólo para esto y activo la estabilización de imágen
del teleobjetivo, que algo hace.
En realidad todo influye, pero sobre todo el equilibrado del telescopio
(a veces mueves una pesa unos pocos milímetros y la imagen se
jode, otro problema es que el equilibrado cambia a medida que
el telescopio se mueve siguiendo al planeta), el enfoque (fundamental
tener un enfocador super fino), la colimación (el mio ha mejorado
desde que he descubierto que la marca del primario no está en el centro
y lo colimo teniéndolo en cuenta) y el aclimatado del tubo (el mio
lo monté a las 12 de la noche y hasta las 5 no apunté a Júpiter).
Luego está el tema de la cámara. La mia tiene un sensor CCD de
verdad, no un CMOS, que es un gran invento y permite el 'live view'
y otras virguerías, pero que a la hora de la verdad tiene ruido. Mi
cámara tiene poco ruido incluso a 3200ISO. A 800ISO que está
hecha esta foto hay que buscar el ruido con lupa y eso que ni
siquiera tenía puesto el autodark y había 25 grados de temperatura
ambiente.
Cuando llega la noche en que todos los factores están optimizados
a tope, pues sale esto
... cuando algo falla (el seeing casi
siempre) ... pues se hace lo que se puede
En fin, seguiremos investigando y mirando por el ocular ... que es
lo que mola
Salu2